Eduard Mauri
Actor, director y creador escénico nacido en Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona), se licencia en Interpretación Textual en la ESAD del Institut del Teatre de Barcelona y complementa su formación con disciplinas como el canto, con Daniel Anglès y Joan Vázquez; la esgrima escénica, con Jesús Esperanza; y el coaching actoral, con Isaac Alcayde. Posteriormente se traslada a París, donde se forma en mimo corporal dramático con Thomas Leabhart en la compañía Pas de Dieux, y en manipulación de objetos con Claire Heggen en Théâtre du Mouvement.
Experiencia:
Su trayectoria artística abarca una gran diversidad de registros y estilos. Ha trabajado en teatros de referencia como el Coliseum, el Teatro de la Zarzuela, el Teatre Lliure, la Sala Beckett, el Teatre Romea, el Teatre Victòria o el Gran Teatre del Liceu, bajo la dirección de figuras como Enric Cambray, Manu Guix, Lucía Miranda, José Luis Arellano, Joan Lluís Bozzo, Àlex Ollé o Julio Manrique. A lo largo de los años, ha colaborado con compañías como Dagoll Dagom, Nostromo Live, La Fura dels Baus o Parking Shakespeare, consolidando así una presencia sólida tanto en el circuito institucional como en el independiente.
Entre sus trabajos más reconocidos figuran El día de la Marmota, Scaramouche, Yo te querré, Ricard III, El dia que vam matar els llops, Strepitum, Tito Andrónico, Norma, El jardín de los cerezos, El vol de l’àliga, Calígula, La Red Humana, Incògnit, Mirall Trencat, Pren l’aire, La meva nina y el monólogo La Fulla, inspirado en la figura del poeta Josep Carner, entre otros.
Audiovisual:
Ha interpretado el personaje de Walter en la telenovela diaria Com si fos ahir, de TV3, y ha participado en la película La Furia, dirigida por Gemma Blasco.
Otros:
Más allá de la interpretación, también desarrolla una intensa labor como creador, firmando el diseño sonoro, la supervisión técnica y la producción de espectáculos como El desig del Cor, de Caryl Churchill, dirigido por Lucia Del Greco, o Bruna, estrenado en el Teatre Romea. Su mirada integral sobre la escena lo convierte en un artista versátil, comprometido con el riesgo creativo y el poder transformador del teatro.